VÉRTIGOS


Sentir esta impetuosa soledad que me corrige el ensueño
y morir renegado en las risas frías.
Romper el cuadro del abismo
para regalarte el vértigo:
el dueño de mi vida,
ensueño de mi muerte.

Oigo un vals torpe en una sala vacía,
un hacha cae métricamente
en tiempo de cuatro, sobre la tapa del piano
lo destroza
Deseo con fervor religioso que lo destroce

Me he parado en el redondo borde de mi letrina y he pensado si debiera o no saltar,
teniendo en cuenta la asquerosa seguridad de que no moriré

Tengo un sueño recurrente:
Luego de escapar por luengas tierras boscosas
de un peligro invisible, pintado de verde oliva
regresé anciano a mi casa, y quemé mi biblioteca.

Querida amante invisible
yo te necesito.
Ylsen.

Comentarios

Gabriel Gale ha dicho que…
querido amante invisible, yo también te necesito.
Pizárniko invadiendo lo que había olvidado yo, implorante de la Edad Madura...
¡Un abrazo!

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